Segunda carta de Zulma Garracino

Al,

El tiene sus cosas, es un romántico, me hace acordar a un novio que tuve, pobre, pero en esto el más pelotudo sos vos. Mirá que El parece bobo pero no masca vidrio, pero vos…No te das cuenta que no te exprimen y si te he visto no me acuerdo? Eso eran otros tiempos, no te das cuenta que en la era del Bagarto la cosa no es así. Vos sos la presa, Al, y el que está regalado como naranja pa muestra sos vos. Hace dos noches no paro ni para dormir, sigo manejando– por suerte Gladys patea menos ahora , pero igual es un fastidio – porque me parece que te vas a meter en un corral de ramas que no sé como vamos a talar. Pensar que andás por ahí con tus aires compadrito y sabés en qué vas a terminar, petimetre? Corriendo de un Juzgado de Familia al otro, reconociendo críos llorones y desconociendo a sus madres, que ya no serán las melosas minitas del Bacaray que te levantaste según vos, sino el bagarto que son: gordas aviesas que sólo te querían de padrillo, que cuando vos pensabas que bajaban la vista por timidez por tus propuestas tan audaces estaban mirando su reloj biológico, su bitácora, Al, su bitácora!

No quiero pensar que haya una multípara suleta que además te quiera tener acollarado más tiempo para que le hagas un par de hijos más, y te pases los próximos años sin un minuto de paz, donde cada raviol que te cocinen lo vas a pagar con horas de piletón, quejas, malas noches, calentando mamaderas y papillas y de la cara de Dios te sugiero que hagas una dibujito o algo porque despedite hasta que decida largarte…si es que te larga.

Al, las minas no se te regalan, vos sos la bestia sacrificial en el altar del Bagarto.

El, vos tratá de aguantarlo como sea, como yo a Gladys, esto no es moco de pavo, es baba de bagarto!

Fuerza.

Zulma Garracino