Carta de Zulma, Más ligera de equipaje

Querido El:
Te voy a contar algunas novedades que te van a divertir. Me retrasé un poco porque en una cruz de caminos me dieron ganas de seguir adelante, sólo por ver qué había más allá. Estaba lindo para manejar porque no se veían alambrados por ningún lado. Tampoco había mucha sombra, es cierto, así que decidí parar una noche. Estaba linda tu tía Gladys, con la cresta gacha y el garguero seco. Como no había más agua le ofrecí de mi garrafa de whisky, y ahí nomás se la bajó de tres gargalhadas. Cuando quise acordar, estaba cantando boleros Un poco maaás y será un alivio para dos fracasos…..brazos….al camino del amor…..Te aseguro que es mejor cuando hace punto cruz, El. Será la voz de la sirena varada que atrajo a los zánganos, será que es Gladys y no preguntes más, la cosa que en medio de una polvareda de aquéllas se aparecieron unos sujetos tipo Omar Shariff, pero feos, más bien parecidos a Yasser Arafat, a los gritos pelados, entre escupitajos de camellos y cuando quiero acordar, si no me apuro, se llevan a Gladys por cinco bestias de carga bastante maltrechas. Tuve que dejar el fuego que ya venía agarrando lindo, para ser de pura hojarasca, y salir con un tizón a lidiar con los malandrines.

Hasta que no me dieron nueve camellos y dos pura sangre, no hubo trato. Una lástima el peso que perdió tu tía en la cajuela, con unos kilos de más seguro que me quedo con un semental soñado, El, soñado…Pero bueno, no se puede con todo y además a mi me gustar viajar light, así que cerramos trato y ellos siguieron su camino. Le dejé un chal de seda thai muy fino, para su nueva vida, donde fuera y se despidió de mi con un aire de bailarina del Folie Bergeres.

Si tengo alguna novedad te cuento. Por ahora sigo al sur, porque me urge cruzar la sabana.

Cariños,

Zulma